martes, 21 de agosto de 2007

AGOSTO

Dos árboles que parecen abetos
sobre el tejado
de una casa de muros rojos.
Delante de la casa
un manzano en flor
bajo un cielo de nubes blancas
movidas por viento del este
y la luz del sol que aparece
y desaparece como el flash
de una cámara fotográfica
que quiere guardar tus ojos
invulnerables y esos delgados
dedos que nadie toca.
Describir esta imagen
que miro en la ventana es también
una manera de pensar en ti y mirarte.
No estás en los altos abetos
por encima del tejado
ni en la casa roja ni en el manzano en flor
ni en el viento que mueve las nubes
y obtura la cámara fotográfica
del universo pero estás
en todo lugar como la luz del sol
que aparece y desaparece
siempre y en todo lugar.